KATHERINE ACOSTA

Katherine nació en Bucaramanga, pero creció, bella y atractiva, en Barranquilla. Su padre vendía autos, por lo cual siempre hubo modelos nuevos en casa y los secretos escondidos bajo un capot se fueron develando naturalmente.
Katherine trabajaba en promociones y publicidad y muy pronto comenzó a ganar su propio dinero. “Mi primer auto fue un Mazda 323 station wagon”.

“Mi papá comenzó a enseñarme a manejar cuando tenía 11 años. Poco a poco fue adquiriendo las habilidades, la confianza y la seguridad al volante”.

“Mi mamá falleció cuando yo tenía 15 años. Desde entonces tomé un rol más maduro en la familia. Saber manejar fue valioso para poder desenvolverme en esta etapa de mi vida”.

Katherine prefiere los autos con cambio mecánico a los automáticos. Sus preferidos son los BMW y el Audi S4. Los convertibles son otra de sus debilidades y soñando un poco más, una 4x4 Cayenne de Porsche le provocaría un placer sostenido.
Una noche de lluvia salió con sus amigas a ‘La Valentina’, un restaurante mexicano en la zona norte de Miami. Allí se destapó y armó la fiesta. Antes de dejar el local, el gerente la llamó y le ofreció el puesto de Hostess porque quedó fascinado con su buena vibra. Ella aceptó y trabajó duro los nueve meses siguientes.

Un día un amigo le sugirió que participara del casting de Protagonistas de la Fama. Luego de un largo proceso de selección, entre miles de chicas, fue elegida para entrar a la casa.

Katherine, quien estudiaba canto y sentía que una carrera en el mundo del espectáculo la esperaba, fue una de las chicas que llegó más lejos.